16 Feb No es tan difícil
Sólo nos alegramos de que en vez de escalones haya rampas
cuando llevamos el carro de la compra o
cuando nos hemos lesionado una pierna;
sólo nos alegramos de que los carteles sean tan grandes y visibles
cuando nos hemos olvidado las gafas o cuando nos hemos perdido; …
No es tan difícil ponerse en el lugar de personas que todos los días,
por sus problemas de movilidad, audición, visión, etc.,
se alegran de que, por fin,
la accesibilidad no sea un lujo
sino algo cada vez más cotidiano y necesario para todos.
No es tan difícil ponerse en el lugar de los demás. Hay muchas personas con problemas de movilidad, de audición, de visión, etc.
No es cuestión de que nos den pena.
La pena no sirve para nada, las Acciones Sí.
Cuando NO aparcamos en la zona reservada a los minusválidos, cuando NO tratamos a una persona que no oye como si además fuera «tonto», cuando los que diseñan el mobiliario urbano NO lo ponen de forma que interrumpa el paso (¡ay, esos escalones!), etc. es cuando estamos siendo capaces de ponernos en su lugar y los estamos tratando como merecen, como personas. Ojalá llegue el día en el que estar en una situación así sea tan fácil como tener miopía y ponerte unas gafas (¿cuántos de nosotros no podemos hacer nada sin gafas?).
Nosotros podemos aportar mucho con poco que hagamos.
En el siguiente enlace podréis ver un vídeo y una iniciativa del Programa Por Talento en el que tres prestigiosos directivos se enfrentan durante un día a sus tareas profesionales habituales como si tuvieran una discapacidad. En cada caso, una persona con discapacidad les acompaña y ayuda a desempeñar sus funciones.
CAPACITADOS
Onésimo
Posted at 19:47h, 16 febreroPara darnos cuenta de las dificultades que se presentan a lo largo del día a los descapacitados, sea cual sea su minusvalía, tendríamos que estar dentro de ellos, porque en el mismo hogar se pueden encontrar trabas que nadie percibe fuera de ellos mismos.
Que este blog ayude a concienciarnos a todos. Gracias
Vicenta
Posted at 11:08h, 16 febreroMagnífico artículo. Qué verdad es que hasta que no se padece alguna minusvalía no nos damos cuenta de las dificultades.
Gracias por ese blog tan estupendo.